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DESALOJAN ESCUELA FE Y ALEGRIA PARA EVALUAR SU PLAN DE EMERGENCIA

Con el objetivo de evaluar los planes de emergencias de la Escuela Fe y Alegría, ubicada en el corregimiento de Curundú y en el marco del Mes de la Prevención de Incendios, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá (BCBRP) realizó un simulacro de desalojo en el plantel educativo, en el que participaron 350 estudiantes y 30 docentes.

 A las 9:08 a.m. de este viernes, desde el centro educativo se hizo la llamada de auxilio al BCBRP. Es que el personal observó que salía humo del área de la cocina, informó la directora,  María Panay. Simultáneamente, se sonó la alarma que indicaba que había que evacuar.

El desalojo de los estudiantes, en edades que oscilan entre los 5 y 12 años, desde el primer y segundo piso hacia el área de estacionamiento, fue rápido y ordenado, gracias a la ayuda de las brigadas de seguridad del plantel. En el grupo existe una niña en silla de rueda, una trabajadora manual y tres maestras con capacidades especiales, explicó la directora.

Un equipo de bomberos de la estación Ricardo Arango, ubicada en Calidonia, respondió y llegó en el carro de extinción a los cinco minutos de recibir la llamada. Al llegar, la escuela esta estaba desalojada, describió el  mayor Liborio Montenegro, director encargado de la Dirección Nacional de Seguridad, Prevención e Investigación de Incendios (DINASEPI)

Posteriormente explicó que el incidente que alarmó a esta comunidad educativa se originó por una basura incendiada.

Aseguró que en el ejercicio de desalojo se buscaba evaluar los planes de emergencia. “Fue un muy optimo, pues se logró el objetivo con la previa capacitación”.

El personal del BCBRP también participó en otros ejercicios de desalojo realizados en todas las provincias del país, en el marco del Mes de la Prevención de Incendios y el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.

La DINASEPI organizó actividades de docencia en todo el país, que incluye volanteos, capacitaciones, simulacros en centros comerciales y educativos, las que continuarán, pues ayudan a fortalecer la cultura de prevención para minimizar el riesgo ante una situación adversa.