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CUIDAR LOS HIDRANTES ES SALVAR VIDAS: LA RESPONSABILIDAD DE TODOS

Los hidrantes son elementos esenciales en la lucha contra incendios, proporcionando el agua necesaria para que los bomberos puedan combatir las llamas de manera eficiente. Sin embargo, su funcionalidad se ve constantemente comprometida por la falta de conciencia y la irresponsabilidad de algunos ciudadanos, quienes estacionan sus vehículos frente a estos dispositivos, obstruyendo el acceso de los bomberos en momentos críticos. Esta simple acción puede poner en riesgo vidas y propiedades, afectando gravemente el trabajo vital de los bomberos.

Además de las obstrucciones vehiculares, los hidrantes también sufren daños debido al vandalismo de personas que desconocen las consecuencias de sus actos. En algunos casos, los hidrantes son dañados o incluso inutilizados, impidiendo que los bomberos los utilicen cuando más se necesitan. Peor aún, durante ciertas festividades, como los “culecos” en barrios populares, se utiliza el agua de los hidrantes para actividades recreativas, sin considerar el riesgo que esto representa y la vital importancia de estos dispositivos para la seguridad pública.

Es fundamental recordar que los hidrantes no son solo estructuras de infraestructura urbana, sino herramientas esenciales para la protección de vidas. Dependiendo de su color, cada hidrante tiene una capacidad diferente de agua, que varía desde 500 galones en los modelos rojos hasta más de 1,500 galones en los hidrantes de color azul. Los modelos más comunes en la ciudad son los de color rojo y verde, los cuales son clave para el correcto funcionamiento del sistema de extinción de incendios.

El color de los hidrantes indica la capacidad de galonaje disponible en la zona. Por ejemplo:

Rojo: utilizado en áreas rurales, con menor capacidad de agua.

Verde: presente en zonas urbanas.

Azul: utilizado en áreas abastecidas por la Autoridad del Canal de Panamá, con mayor capacidad.

Naranja: se encuentra en áreas urbanas periféricas, con capacidad intermedia.

Por ello, hacemos un llamado urgente a la ciudadanía para que asuma la responsabilidad de cuidar y proteger los hidrantes, evitando estacionarse frente a ellos, respetando su integridad y haciendo un uso adecuado de los mismos. Un pequeño gesto de conciencia y respeto puede marcar la diferencia entre salvar vidas y lamentar pérdidas irreparables.

Recordemos que el hidrante es un aliado de todos, y su cuidado es responsabilidad colectiva. ¡Cuidemos lo que nos cuida!

DR