En la actualidad, el trabajo de los bomberos va más allá de apagar incendios y salvar vidas humanas. También se incluyen labores cruciales de rescate de mascotas y animales salvajes en situaciones de emergencia. No es raro ver a los bomberos auxiliando animales atrapados, ya sea durante un incendio, animales varados en árboles, o incluso atendiendo emergencias con fauna silvestre en zonas urbanas. Entre los casos más comunes se encuentran reptiles, como boas constrictoras en residencias, y animales atropellados, como caninos, como ocurrió recientemente en la Ciudad de Panamá.
Hace menos de un año, el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá implementó la creación de la Unidad Canina, cuyo objetivo es entrenar perros para operaciones de rescate y acompañamiento en situaciones de emergencia.
En lo que respecta a los reptiles y otros animales salvajes, los bomberos trabajan de la mano con el Ministerio de Ambiente y el Departamento de Bienestar Animal para reubicarlos de manera segura en su hábitat natural.
El rescate de mascotas es una parte integral de la respuesta a emergencias en Panamá. Durante los incendios, muchas mascotas quedan atrapadas dentro de los inmuebles afectados, lo que representa un desafío adicional para las unidades de rescate. Además de velar por la seguridad de las personas, los bomberos deben lidiar con el estrés y el miedo de los animales, quienes suelen esconderse debido al humo o al pánico.
Para estos casos, los bomberos han adoptado protocolos especializados, como la búsqueda y rescate con equipos avanzados, así como el uso de dispositivos de reanimación para animales, lo que ha permitido salvar a muchos animales.
Recientemente, el Cnel. Ángel Delgado, director de Calamidades Conexas, informó que durante un incendio en El Ingenio, Bethania, siete felinos y un canino fueron rescatados por los bomberos.
El rescate de mascotas y animales salvajes no solo responde a emergencias, sino que también forma parte de la rehabilitación y reubicación de animales domésticos y silvestres, garantizando su bienestar y, cuando es posible, su adopción en albergues y protectoras.