El Capitán Elvis Córdoba personifica la pasión, la perseverancia y el verdadero espíritu del servicio. Su historia en el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá comenzó en junio de 1992, no en la línea de fuego, sino como parte de la Banda de Música, Cornetas y Tambores de la entonces Zona Regional de Panamá Este – Chepo. Su voz era el clarín, pero su corazón latía con fuerza por algo más.
Todo cambió el día que presenció un incendio cerca de su hogar. Al intentar colaborar, un Capitán le ordenó retirarse: no tenía el entrenamiento necesario. Ese momento fue un antes y un después. “Me sentí como un barco anclado en medio del océano”, recuerda. Y fue justo ahí donde nació una determinación inquebrantable.
Presentó su solicitud de ingreso, fue aceptado y entrenado en la Academia de Formación de Bomberos. El 1 de agosto de 1993, Elvis Córdoba cumplió su sueño: se convirtió en bombero operativo, integrándose a la entonces Guardia Permanente, hoy Dirección Nacional de Extinción, Búsqueda y Rescate (DOEXBURE).
Su trayectoria ha estado marcada por actos de valentía, sacrificio y profunda vocación. Enfrentó incendios de gran magnitud, vivió emergencias que dejaron huellas imborrables y, en una ocasión, sobrevivió a más de cinco intervenciones quirúrgicas tras recibir una descarga eléctrica en acto de servicio. Pero nunca se rindió. Cada misión fue enfrentada con honor, disciplina y pasión.
Hoy, ya jubilado, el Capitán Córdoba sigue siendo parte activa del BCBRP como bombero Reservista. Comparte su legado como instructor de clarín y escolta de la Banda de Música, y como guía de nuevas generaciones en la Brigada Infantil y Juvenil “Los Rinos” de la Zona Panamá.
Desde los acordes del clarín hasta el fragor de las llamas, la historia del Capitán Elvis Córdoba es testimonio vivo de que los sueños se construyen con valor y constancia. Su vida es un faro que guía e inspira a quienes hoy visten —y vestirán— el uniforme rojo.
Orgullo, entrega y vocación: tres palabras que definen su legado.
Capitán Elvis Córdoba, un bombero de corazón… ayer, hoy y siempre.
BGS