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ARÍSTIDES IGLESIAS: RECIBIR LA DISTINCIÓN DEL “BOMBERO MERITORIO 2020” ES UN ESTÍMULO PARA SEGUIR AYUDANDO

Arístides Iglesias tiene 18 años de pertenecer al Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá (BCBRP) como bombero voluntario. A la institución ingresó inspirado en el deseo de servir a los demás. “Siempre he tenido esa característica de ayudar a los demás, desde pequeño”, asegura con su natural sencillez.

Sus primeros pasos en el servicio comunitario le vienen de sus años como Scouts. Es que ayudar siempre ha estado en él. Así lo describe. “A mí me gusta ayudar, esto está en la sangre, no es cualquiera el que hace lo que hacemos nosotros: entrar a un fuego, por ejemplo. Eso tiene que nacer de uno”, reitera.

Movido por ese deseo de ayuda, aun a riesgo propio,  Iglesias se incorporó a las labores que desde marzo pasado se realizan en el Centro de Acopio de Atlapa, para beneficiar con bolsas de alimentos a familias panameñas afectadas por la pandemia.

Allí se destacó por su responsabilidad, puntualidad y compromiso. Fueron precisamente esas virtudes las que lo hicieron merecedor al reconocimiento como el “Bombero Meritorio 2020”, que entrega el BCBRP con el auspicio de ASSA Compañía de Seguros.

Dice que es un reconocimiento que no se esperaba, siente que como él, todos sus compañeros se merecen el mismo reconocimiento, pues los que trabajan conmigo  también se están exponiendo. “Es un estímulo para echar para adelante y seguir produciendo las más de 9 mil bolsas diarias que hacemos la línea de los bomberos”, resaltó.

Para Iglesias, el trabajo voluntario que realiza en el Centro de Acopio es su granito de arena, es su manera de ayudar al país y a su compañía de bomberos.

Arístides Iglesias es uno de los bomberos que más días ha asistido a Atlapa desde el 23 de marzo a la fecha. Su asistencia ha sido casi perfecta, dice Ricardo De León Marciscano,  mayor tercer jefe de la Zona Regional de Panamá del BCBRP.

“Prácticamente voy a cumplir un año de estar en Atlapa, y aunque estoy un poco cansado, descanso, duermo y tomo fuerzas para seguir ayudando a las personas con todo el entusiasmo, para llenar esa bolsa rápido para que sea enviadas a las personas que las necesitan, a nuestro pueblo”, explica Iglesias, quien vive en Las Cumbres y se moviliza hasta Atlapa en transporte público y con sus propios recursos.

Gracias al premio recibido ahora tiene para pagar el pasaje y para comprar comida para la casa, señala.

No obstante, reconoce que no deja de sentir temor ante la posibilidad de contagiarse con Covid-19. “Vivo con mi mamá y me preocupa llevarle ese virus a la casa”, admite con franqueza, pero nos asegura que se cuida y la cuida. “Al llegar a casa dejo la ropa afuera, me baño, me tiro alcohol, todo para protegerla”.

Iglesias aprovechó para enviarles un mensaje a los panameños, a quienes invitó a cuidarse y a cuidar a sus familias. “Yo quisiera estar con mi mamá cuidándola, pero estoy acá, exponiendo mi vida”, dijo.

A sus compañeros de Atlapa, entre los que están los bomberos, policías, médicos y miembros de Sinaproc, que ya muestran un cansancio que es normal, les pide mantener el ánimo porque esto muy pronto va a terminar y seguir produciendo como hasta ahora lo han hecho.

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