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MAYOR PONCE: RECUERDOS DEL 20 DE DICIEMBRE EN EL BCBRP

Hoy rescatamos escritos con parte de los registros memoriales de figuras que forman parte de la familia del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, encabezada por el Cnel. Jaime Villar, Director Gral. y el Cnel. Gabriel Isaza, Subdirector Gral. y las vivencias para el tiempo de la Invasión Estadounidense a Panamá, que cumple este 20 de diciembre, 26 años de aniversario, considerado DÍA DE REFLEXIÓN NACIONAL.

Personaje: Mayor Armando Ponce. Ex Jefe de la Guardia Permanente del BCBRP.

Para este compañero, la fecha es inolvidable y dolorosa. Pasada la medianoche del Día 20 de Diciembre de 1989, el ejército de la potencia militar, económica y política más poderosa del mundo, invadía un país pequeño de dos millones de personas solamente.   Desde ese momento la Ciudad de Panamá se transformó en un campo de batalla.

Recuerda el Capitán Ejecutivo de la Guardia Permanente, Armando Ponce Gallardo, hoy Mayor Jubilado de esta entidad, quien se encontraba de vacaciones en esa fecha y su residencia estaba ubicada a dos cuadras de la Estación Juan Antonio Guizado de Plaza Amador.

Él dormía con su familia cuando se escuchan las primeras detonaciones y sin pensarlo dos veces puso en resguardo a su familia y salió para el Cuartel a ver cómo estaban sus compañeros.

Cuando se da la emergencia, acota el Mayor Ponce “nosotros corrimos automáticamente hacia el Cuartel, era nuestro deber acudir para servir aquellos que nos necesitaban”.

Señala que “reventaron  las puertas y se metieron en la Estación huyendo los que venían de El chorrillo pero después cambian idea y se van a la iglesia”.

Haciendo remembranza señaló: “Levantaron los helicópteros me cuenta el capitán García que era el que estaba de turno ese día;  atravesaron de 2 a 3 proyectiles el cuartel, aparentemente la consigna que había era atacar todos los cuarteles pero cuando se dieron cuenta que era de bomberos desistieron”.

Verificamos el área, continua señalando,  y le dije al personal de turno que nos mantuviéramos entre el área de las escaleras para salvaguardar nuestras vidas.

Continuó narrando el Mayor Ponce: “Retorné a mi hogar, tome a mi familia como a eso del medio día me los lleve para Las Acacias. Por la Pepsi Cola (empresa ubicada en Vía España) me detuvo un grupo de panameños que luchaba contra de los norteamericanos y me consultaron que para dónde iba… y les tuve que contar que sacaba a mi familia de El Chorrillo porque me preocupaba su seguridad y me dejaron pasar, una vez los dejé en lugar seguro retorné al cuartel”.

Labor limitada…

Cuando le consultamos al Mayor Ponce sobre su labor,  ya que se encontraba en el sitio más próximo al cuartel de El Chorrillo, toma aliento, su voz se quiebra y manifiesta:  “Para mí fue muy duro porque yo veía como ardía mi Panamá, y no era por resplandor del sol eran las llamas que eran enormes, la flama se veía desde el cuartel Guizado”.

También recuerdo que me fui acompañado de un bombero voluntario, que residía en el área, a calle 21 y Avenida “A” porque nos estaban llamando de que  habían personas heridas. En eso me encuentro con un sargento Puertorriqueño y a pesar de que yo estoy viendo que eso está ardiendo allá, no me dejaron pasar los carros de extinción. Ese Sargento dijo: “Es una orden que tenemos nosotros, no debemos dejar pasar a nadie”.

La respuesta no se hizo esperar: ¡Pero sólo vamos a sofocar incendio, y me reiteró es una orden que tenemos y no pasa nadie, entonces señalé quiero ir a donde están los multifamiliares ya que nos manifestaron que hay heridos y muertos y su respuesta contundente y grosera fue: “Ya se los Llevaron y ándate con cuidado y camíname de frente pa´ allá… porque de allá “pacá” nos están tirando y yo voy a tirar de aquí pa´ allá. No quiso darnos paso”.

Agregó que él calcula que como el 6 de enero “pude recuperar mi personal, ya que estaban aislados,  unos vivían por el área oeste, otros en zonas algo apartadas pero que llegar se les hacía difícil. Nos tocó limpiar escombros, recoger cadáveres y apoyar a los familiares para que pudieran realizar el entierro de sus familiares”.

Para mí esta fue una de las etapas más duras de mi vida, ver como atacaban a mi país y lastimaban a mi gente y nosotros sin  poder hacer nada.

Y este relato de hoy nos llama a la reflexión y sobre todo a valorar la labor que realizaron estos hombres y mujeres que integran nuestra entidad que con Disciplina, Honor y Abnegación,  anteponen su seguridad por salvaguardar Vidas y Bienes.

Es oportuno hacer un llamado a las nuevas generaciones a que no olviden lo ocurrido ese pasado 20 de diciembre de 1989, “PROHIBIDO OLVIDAR”.

Entrevista: Magally Cáceres.

Foto: Oribia Pérez.