
MAYOR ELEUTERIO VILLARREAL GÓMEZ: 42 AÑOS DE PASIÓN, ENTREGA Y LEGADO EN EL SERVICIO BOMBERIL
Con 42 años de servicio, el Mayor Eleuterio Villarreal Gómez es un referente de vocación y compromiso en la historia del cuerpo de bomberos. Inició su trayectoria en la institución en el año 1983, integrándose primero a la Banda de Cornetas y Tambores. Desde entonces, ha recorrido un camino marcado por la entrega y la evolución constante en distintas áreas de la administración y operación interna.
A lo largo de estas más de cuatro décadas, ha desempeñado funciones clave como jefe de compras, jefe de servicios generales, jefe deportivo, jefe de mecánica y encargado de ventanilla única. Además, ha vuelto en varias ocasiones al terreno operativo, participando activamente tanto en la calle como en la Academia de Formación de Bomberos, lo que demuestra su versatilidad y compromiso con la formación de nuevas generaciones.
Dentro de la Academia, su pasión se centra especialmente en la enseñanza de las normas NFPA (National Fire Protection Association), transmitiendo este conocimiento de manera clara y comprometida tanto a usuarios internos como externos. Este enfoque ha sido fundamental para fortalecer los estándares de seguridad, prevención y operación dentro de la institución.
Su vocación tiene raíces profundas: su abuelo fue también bombero y desde pequeño sintió el llamado a esta noble labor. Para el Mayor Villarreal, ser bombero es más que una función: es una forma de vida. La familia Duque, a la cual pertenece, también ha estado históricamente ligada a este legado de servicio y solidaridad.
“El 70% del trabajo en nuestra institución es voluntario, y eso refleja el verdadero espíritu de servir. La mística, la unidad, la camaradería… eso es lo que define ser bombero”, afirma.
Uno de los momentos más impactantes de su vida fue el operativo tras la caída de un helicóptero en el que perdió la vida un alto general en Chile. Su abuelo fue uno de los primeros en llegar a socorrer, y esa imagen quedó marcada para siempre en su memoria como un símbolo de honor y valentía.
Actualmente, Villarreal continúa liderando simulacros, capacitaciones en evacuación, uso de extintores y otras instancias formativas dentro de la Academia, siempre con la convicción de que compartir el conocimiento, especialmente en torno a las normas NFPA, es una forma de seguir sirviendo y de mantener vivo el legado bomberil.
Su historia es un ejemplo vivo de que el espíritu de un bombero no nace, se forja y permanece.
MAH